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“Me sorprendió mucho la sensibilidad del arte chino”

2022-12-31PorJUANCARLOSAGUlLAR

今日中国·西班牙文版 2022年2期

Por JUAN CARLOS AGUlLAR

La mexicana Yolanda Andrade ha documentado en fotografías sus dos viajes a China

QUIEN conoce a la fotógrafa mexicana Yolanda Andrade,sabe de sus dos grandes pasiones en la vida:caminar por pequeñas y apartadas calles de alguna ciudad desconocida y tomar fotografías.Lo suyo es asomarse a lo inexplorado,disparar su cámara y luego descubrir aquel lugar a través de sus imágenes.

Ella misma se considera unaflâneur,es decir,una paseante sin rumbo fijo ni prisas,que está dispuesta a vivir cualquier aventura.No por nada,durante un cuarto de siglo se dedicó a fotografiar cada rincón de la Ciudad de México,donde se mueve como pez en el agua.Esa misma predilección ha hecho que Andrade,trotamundos profesional,tenga a China entre sus países predilectos.

Amiga del caos,no oculta su gusto por las grandes urbes,con sus miles de habitantes,donde se pueda perder con facilidad.Así lo ha hecho en 45 años como profesional,en los que nunca ha dejado de sorprenderse de todo lo que ha visto con su cámara fotográfica,su eterna compañera.

Fascinación por la calle

Yolanda Andrade (Villahermosa,Tabasco,1950) ha visitado China en dos ocasiones.Primero en 2007,cuando formó parte de la exposición45 miradas mexicanas,que se presentó en el Museo de Arte de Guangdong,en la ciudad de Guangzhou.Y después en 2012,cuando participó en la quinta Bienal Internacional de Arte de Beijing,que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Arte de China.

Siempre alejada de cualquier interés turístico,no desaprovechó la oportunidad para conocer aquel país que solo había visto en las películas de Bruce Lee y más recientemente en los filmes de Zhang Yimou y Won Kar-wai.En su primer viaje,exploró la cultura popular china;en el segundo,conoció la efervescencia de las diferentes expresiones artísticas que encontró en galerías y museos.

Su asombro por China fue inmediato:“En el primer instante quedé sorprendida con esos edificios enormes,altísimos.Guangzhou me impresionó muchísimo”,comenta en entrevista Andrade,autora de nueve libros y especialista en el género conocido como fotografía de calle.

Después,ya instalada,la fascinación fue aún mayor cuando,siempre en solitario,recorrió por primera vez las calles chinas y se sumergió entre la gente,los puestos de comida callejera y los coloridos mercados,en los que encontró mucha similitud con los que hay en México.“Mi objetivo es conocer las ciudades a través de las fotografías que tomo”,explica.

-¿Cómo se enfrentó a través de lacámara con grandes ciudades como Guangzhou y Beijing,no era fácil perderse en ese caos?

-No,porque estoy acostumbrada al de la Ciudad de México (risas).Las ciudades que más me gustan son las más grandes y caóticas,me sé mover.Ese caos es un reto para mí como fotógrafa,es como estructurar la ciudad a través de las imágenes.Trato de captar la cultura popular de cada lugar.Es así como conozco las ciudades,a través de la cámara.

-¿Visitó los mercados de comida?

-Sí,los visité y me gustaron muchísimo.El amor por la comida y todo lo que envuelve a la cultura popular me recordaron mucho a México.También conocí una de las ciudades más antiguas de China,Shaoxing,una belleza con sus casas y sus puentes tan característicos.

Una China popular y artística

En su primer viaje,Andrade decidió separarse del grupo con el que viajó para ir sola a Hong Kong y seguir los pasos de Won Kar-wai,uno de sus cineastas favoritos.

“Mis compañeros se fueron a Beijing porque querían conocer la Muralla China.Yo preferí ir a Hong Kong y buscar lo que había visto en el cine,una ciudad con otro ambiente,otra versión de China.Caminé por aquí y por allá,e incluso un día tomé el transbordador rumbo a Macao.Me gusta viajar sola y después,ya en la noche,compartir con otros las experiencias que tuve durante el día”.

Y reflexiona sobre su trabajo fotográfico:“Me gusta fotografiar cosas que a simple vista no tienen ningún atractivo,ninguna cosa extraordinaria,pero que,a través del acto fotográfico,ese fragmento de tiempo se convierte en algo especial,algo que tiene vida en sí mismo,pero que a simple vista no se capta”.

Así,en las imágenes que tomó en China podemos ver escenas cotidianas,como personas cubriéndose de la lluvia o viajando en el transporte público.También vendedores de comida,maniquíes,tendederos de ropa.

“Siempre trato de evitar lo más turístico.Quiero considerarme una viajera,alguien que no va a los sitios icónicos del lugar,sino que se adentra por las calles donde la gente circula normalmente,y encontrar en lo cotidiano las imágenes que yo busco,que yo quiero encontrar.He visto cosas fantásticas”,comenta Andrade,quien recuerda que la gente,curiosa por ver lo que fotografiaba,siempre fue muy amable con ella.

En su segundo viaje se concentró en conocer Beijing,“una ciudad impresionante y muy ordenada”,y las numerosas galerías de arte que en los últimos años han cambiado el rostro de la ciudad,como el Distrito 798,dedicado al arte contemporáneo.

“Me sorprendió mucho el arte chino que aprecié en el Museo de Arte de Beijing.Son unos artistas extraordinarios,con una sensibilidad,una concentración y una calidad que no se ve en muchos lugares,es asombroso.Lo que más admiro de los chinos es su disciplina,que también se hace evidente en sus obras artísticas”,menciona.

¿Y la Muralla China? No la conoció.“Me gana más la calle anónima que los grandes sitios”,insiste,y aclara que no se obsesiona con tomar demasiadas fotografías,antes que nada,disfruta del paseo.“El viaje en sí mismo es una experiencia.Todo forma parte del viaje,tanto las fotos que tomo como las que no”.

Menciona que ahora quiere hacer un tercer viaje y conocer Shenzhen y Shanghai.“Deseo ir sola y caminar a mi aire.Explorar lugares,conocer gente y probar cosas diferentes.Ojalá sea pronto;tengo necesidad de conocer más a China y de fotografiarla”,finaliza Andrade.